Carlos Moles descubrió su pasión por la peluquería a los 14 años, inspirado por su madre, María —una reconocida profesional en L’Hospitalet del Llobregat— y por su tío Francisco, especialista en coloración artesanal. Desde pequeño sintió atracción por el mundo creativo y las manualidades, lo que marcó el inicio de una trayectoria profesional guiada siempre por la innovación y la autenticidad.

Con el tiempo entendió que asesorar forma parte del verdadero trabajo de un peluquero: escuchar, recomendar y buscar lo mejor del mercado para cada cliente. Por eso decidió huir de las ventas forzadas dentro del salón. Su filosofía es clara: primero ofrecer un servicio impecable y, después, facilitar información sobre los productos que realmente necesita cada persona, sin presiones y sin hacer perder tiempo en la experiencia del salón.

De esta manera nació Molesshop, un proyecto creado desde la honestidad y la profesionalidad, pensado para acompañar a cada cliente más allá de la silla de peluquería.

Espero que lo disfrutéis tanto como yo al crearlo.

Carlos Moles